La lechera de Vermeer



La lechera de Vermeer

Ésta historia ocurre en los años cincuenta,cuando se engañaba mucho a la gente con el trabajo y el dinero.

Una chica joven,guapa y con el pelo liso como la seda y rubio como el oro,llamada María,trabajaba como modelo de cuadros; ella se ponía como le decía su jefe,Ramón,y un pintor le pintaba. Todo este trabajo duraba varios dias hasta que el cuadro era perfecto para que alguien lo comprara.
María era muy feliz con ese trabajo,pero veía como cada vez le pagaban menos por cada cuadro y decidió investigar cuanto valía cada uno.

Un día muy temprano María fue a casa de Ramón y hizo ver que se encontraba un poco mal y le pidió a su jefe que le traiera un trapo humido para que se le pasase la fiebre; cuando Ramón lo estaba buscando,María buscó entre todos los papeles de Ramón y encontró un papel con todos los precios de sus cuadros.Cuando Ramón volvió con el trapo humido,María dijo cualquier excusa para poder irse de allí.

Una vez en su casa se puso a mirar aquel papel y investigando descubrió que Ramón era un estafador.Un cuadro que valía 1000000 pesetas,ella solo cobraba 2000,cuando en realidad tendría que pagarle la mitad.
María no sabía que hacer cuando descubrió todo eso,se sentía herida y muy mal,sentía como si todo este tiempo que estubo trabajando no hubiera servido de nada.
     que había estado trabajando
María,después de pensar y pensar decidió que iría a casa de Ramón y le robaría todo el dinero que le debía,y no era poco.
Era un viernes por la tarde,cuando Ramón ya había ido hacia el bar a tomar un café,María entró por la ventanilla y empezó a buscar donde guardaba el dinero,lo encontró,estaba debajo de la cama,en una bolsa azul. Todo iba perfecto,María ya se veía fuera de su país y siendo muy rica i comprandose todo lo que ella quisiera. Pero de repente,se oyó un ruido muy fuerte,era Ramón que estaba entrando a casa. María se horrorizó,no sabía que hacer. ¿Qué le diría cuando él la viese allí?
Se le acababa el tiempo,cada vez las pasas de su jefe estaban más cerca; María se escondió. Ramón,que era muy listo,sabía que alguien estaba en casa y cojió una pistola; sin pensarselo dos veces disparó hacia donde se sentia respirar a alguien.María se desplumó en el suelo y empezó a desangrar,sentía como se iba apagando toda ella y no le quedaban fuerzas para nada.

Laia Esteban Miralles.


Lotti la huérfana

En un pequeño pueblo de Holanda, donde los molinos bailaban con el viento y los tulipanes decoraban un fondo verde, vivía una muchacha llamada Lotti. Con once años, Lotti se quedó huérfana y desde entonces, había sobrevivido como podía. Ahora, Lotti era famosa en el barrio y todo se lo debía a su amiga Gerdia.
Cuando la niña quedó huérfana, Gerdia se hizo cargo de buscarle un trabajo. Probaron con la costura, la limpieza en palacio y el cuidado de animales, pero a Lotti no se le daban nada bien esas tareas.
Un día, Gerdia cayó gravemente enferma y Lotti intentó hacer todo lo posible para curar aquella enfermedad. Uno de los criados del castillo, que de tanto servir al médico de la corte, tenía unas nociones básicas de medicina, le dijo: "Lo que Gerdia necesita es leche. Sus huesos se debilitan cada vez más por la pérdida de calcio." Lotti, decidida a ayudar a su amiga, consiguió toda la leche que pudo. Lo que Lotti no sabía era que Gerdia escupiría la leche sin apenas probarla, así que tuvo que pensar en una solución. Cuando estuvo en palacio probando oficios, pasó mucho tiempo con la cocinera, que le enseñó a hacer yogures y quesos. Lotti, sin perder ni un segundo, se puso manos a la obra e hizo lo que pudo: seis quesos y doce yogures.
Gerdia fue mejorando gracias a la muchacha, y cuando estuvo completamente recuperada, hizo probar a todos los demás, incluídos los nobles de palacio, los yogures y quesos de Lotti, y esta se hizo famosa por toda la corte.

Carla Clúa Alcón


El disgusto de Maria

Maria era viuda y madre de dos preciosos niños llamados Xavier y Amanda, vivían en un piso pequeño, con tan solo dos ventanas en toda la casa, una a  la cocina, y la otra al comedor; Ella como cada mañana iba a preparar el desayuno de pan con leche a sus hijos, cuando de golpe, un balón rompe el cristal, entra dejando atrás trozos de vidrio volando i escampándose por todo el suelo, el balón va con tanta mala suerte va a parar a la cara de Maria, (puntuación y concordancia temporal) ella cae al suelo llorando, sus dos hijos vienen corriendo la ven sangrando, con un trozo de cristal en el ojo, van corriendo a llamar a todos los vecinos, << un doctor, un doctor…!>> pero nadie los escucha.
Los chavales que habían lanzado el balón ya no estaban, se habían ido corriendo al ver lo que pasaba, de repente un doctor pasaba por delante de la casa , cuando miró y vio a una mujer con la mano en el ojo, el ojo sangrando,  él rápidamente llamo a una ambulancia para que la vinieran a recoger, ella se fue con el médico y los dos niños hacia  el hospital, allí la atendieron la tuvieron ingresada unas semanas, mientras tanto los niños estaban en casa del doctor ayudándole.
Maria se recuperó, se enamoro perdidamente del doctor y se casaron, ahora los niños tienen un nuevo padre, y dos hermanitos más: Mar y Antonio.
¿Qué relación hay con el cuadro?

Josep moncusí pino J





Cómo hubiese sido mi futuro?

 una vez, en un pequeño pueblo de Holanda, donde la gente era de clase mediana habitaba un hombre y una mujer muy ricos en una casa grande y majestuosa. La pareja tenía una hija de unos seis años, era una niña preciosa llamada Sandra, tenía unos cabellos rubios como rayos de sol y una mirada cálida y agradable. Sandra vivía feliz con sus padres, aunque no tenia amigos y se sentía un poco sola.
Los padres de la niña estaban seguros de que a su hija le esperaba un futuro increíble con una faena bien pagada.
Pasado unos años, los padres de Sandra murieron, ella se hizo mayor y, al cabo de un tiempo se desesperó porque no tenía faena y necesitaba ganar dinero. 
Un día paseando por el pueblo, se encontró a una anciana que fue muy amable con ella al ver que estaba tan preocupada y le encontró un trabajo. Consistía en ser la criada de una familia rica de un pueblo muy cercano. Al entrar en la casa, Sandra le recordó mucho la vida que llevaba antes de que sus padres muriesen.
Se puso a trabajar y, día tras día se queda pensando, en una habitación oscura haciendo el queso para la señora de la casa, en como hubiese sido su vida si sus padres no hubiesen muerto, si ella hubiera seguido sus estudios y si se hubiera dedicado a otra cosa completamente distinta.

Laura Baella Altimiras

Vermeer


Una chica llamada Vermeer que trabajaba  de plebeya en un palacio, día tras día iba hasta una granja que estaba muy pero que muy lejos, cargada con dos  grandes jarras, andando con una gran sonrisa en su delicada cara,siempre saludando a la gente que encontraba por el camino. Al llegar a la granja, se dirigió hacia los pastos donde estaban las vacas. Ella buscaba una en particular; era casi toda negra con pequeñas manchas blancas. Vermeer le tenia mucho afecto, debía de ser muy especial para ella. Cuando se le acercaba le colocaba un cubo debajo, le acariciaba y empezaba a ordeñarla delicadamente. Al  llenar el cubo, lo vaciaba en sus dos jarras y se marchaba mirando tiernamente a su vaca, cargada con la dulce leche camino al palacio.
Puntuación y concordancia temporal y gramatical
La dueña de la casa y su familia estaban  muy contentos porque desde que había llegado Vermeer la leche estaba para chuparse los dedos, así que para que pudiera ir a por ella y traer más de esa deliciosa leche le regalaron un carrito para poder transportar más fácilmente  y traer más cantidad.

Blanca Esteban Moix 



La venganza de la lechera



 Carles Alcañiz Juanpere

Había una vez en un pueblo al interior de Holanda llamado Ensechede una casa rural que pertenecía a la nobleza.
En esa casa vivía una de las familias más ricas de Holanda; esta familia estaba formada por un matrimonio con cinco hijos. Tres habían muerto en la guerra, los otros dos estaban aún en casa .Uno de estos hijo era David que tenía 16 años estaba locamente enamorado de una de las criadas.  Esta criada se llamaba Marta.                                                            
Marta era una mujer cinco años mayor que yo. Me gustaba mirarla realizando todas las tareas de la casa.
¿Qué persona utilizas? David un día empezó a narrar lo que pasó en este lugar:
Recuerdo un día en  que estaba haciendo queso y se le cayó la bandeja al suelo que se  ensució. En el  momento en que  fui a ayudarla resbalé con el queso y me rompí la pierna.
Este acontecimiento permitió  que nos conociéramos mucho mejor.
Tras el accidente me llevaron a mi habitación y mis padres le pidieron a Marta que estuviera pendiente de lo que pudiese necesitar.
Durante los siguientes días no me faltaron sus atenciones y yo estaba muy agradecido; todos mis deseos se hacían realidad incluso en algunos ratos salíamos a pasear con mi silla de ruedas.
Llegó un momento en el que esta relación se convirtió en una bonita amistad cosa que  mis padres empezaron a rechazar sistemáticamente y sin motivo alguno aparentemente. Cada día mandaban hacer más  tareas a Marta para alejarla de mí y organizaban grandes fiestas invitando a todas las jóvenes casamenteras  de los alrededores. Pero todos sus esfuerzos eran inútiles.
La situación se hizo tan tensa que decidieron despedir a Marta y mandarla a otro país.
Pero Marta no estaba dispuesta a perder lo que tenía, además, recordó que había llegado a aquel lugar victima de la tiranía de sus propios amos que habían matado a su familia apoderándose de sus tierras .Ella de forma fortuita había podido escaparse pero había jurado vengarse y por eso después de unos años  se había ofrecido para trabajar como sirvienta en la casa esperando el momento oportuno para hacerlo .Después de pensarlo mucho decide echar veneno al depósito de agua de la casa de manera que fallezcan todos habitantes de ésta.
Durante la noche, sigilosamente se levanta de su cama y se dirige al lugar donde tiene escondido el arsénico. Lo coge y va hacia el depósito situado en la parte trasera de la casa. Una pequeña cantidad será suficiente. Sólo quedará esperar el resultado final: la muerte de la familia.
Al día siguiente Marta les prepara una gran comida incluyendo una excelente sopa cargada del agua del depósito. Por supuesto ella no espera a ver los resultados. Coge sus cosas, va al dormitorio de los señores  y se apodera de todas las cosas de valor que puede. Un caballo aguarda en la puerta para llevarla hasta Alemania dispuesta a empezar una nueva vida dejando atrás su triste pasado.





LA LECHERA DE VERMEER (Mar Benach)



Y todo empezó esa triste tarde de invierno. Tenía 7 años y me acuerdo de todo como si fuera ayer. Éramos una familia pobre y humilde, vivíamos en una casita en medio del prado, no muy grande…Mi padre, era el hombre más trabajador que jamás había conocido, y mi madre, la mujer más lista de todo el planeta. Todo nos iba fenomenal, hasta aquel día..
Mi padre, como siempre, se levantó a las 6 de la mañana, y se fue a la fábrica donde trabajaba. Siempre me despertaba con el ruido del portazo que daba al irse, ya que la puerta era muy vieja y hacía un ruido muy fuerte, pues yo no estaba aún acostumbrada. Ese día en concreto, mi madre también se levantó temprano ya que necesitábamos agua de un rio que había a unos 10 kilómetros y tenía que caminar durante toda la mañana, así que esa mañana me tocaba estar sola en casa.
Tal y como mi madre cerró la puerta, empecé a ordenar la casa porque querría que cuando llegasen mis padres se pusieran contentos al verla tan limpia. Llevaba ya unas 3 horas cuando de pronto oí el ruido de la puerta. En ese preciso momento yo estaba en el piso de arriba y como no sabía quién era, decidí esconderme en un baúl de juguetes de cuando mi madre era pequeña. 
No se oía nada, excepto unos pasos sigilosos subiendo hacia la habitación donde estaba yo.  El miedo me recorría todo el cuerpo. Esos pasos sigilosos se acercaron hasta pararse delante del baúl donde me escondía. En ese momento, del susto, me desmayé.
Me desperté en una cama, con una toalla doblada en la frente ycon un pijama que no reconocía. Me acordaba de todo, absolutamente de todo. Me levanté pero no tenía fuerza en las piernas, y caí. Un señor vino rápido, me vio en el suelo y fue a llamar a otro hombre. Se acercaban los dos.. yo aún no los veía, pero esos pasos… ¡los reconocía! Del miedo que tenía me senté en la cama ycogí la manta que anteriormente me tapaba como si fuera el fin. Entró ese hombre, la verdad, al verlo me transmitió una confianza bastante grande, supongo que porque iba vestido con un traje de policía. Se sentaron los dos a mi lado y me contaron el porqué de la visita del policía a mi casa. La fábrica de mi padre había estallado con mi padre dentro, ya que trabajaban en una fábrica de petardos. A mi madre no la habían encontrado por el camino, y temían su muerte ya que la habían buscado mucho, y no habían encontrado rastro de ella, del camino del río hacia mi casa.
Los dos hombres me consolaban, yo no podía parar de llorar, porque había perdido lo más valioso que tenía en esta vida.
Me dijeron que me quedara unos días con aquel amable señor, muy amigo del policía. Y eso es lo que hice.
Pasaron unos meses y yo estaba muy a gusto en esa casa, pero un día, vino el policía con una buena noticia para mí, aunque después de decírmela, a mí no me pareció tan buena. Me habían encontrado un hogar donde poder vivir para el resto de mi vida. Era a unas 2 horas de mi antigua casa, cerca del rio en donde supuestamente mi madre desapareció.
Me quedé paralizada cuando vi esa casa. Era como un palacio, muy muy grande. Me recibió un señor con unas pintas muy extrañas, que, ciertamente daba un poco de miedo.
Me instalé y el policía se despidió de mí, pensando que dejándome en aquel lugar estaría en muy buenas manos.
Pero se equivocaba… Tal y como el policía se fue, el hombre empezó a gritar por toda la casa. Me pareció muy extraño ya que supuestamente solo vivía él. Empezaron a salir mujeres de todas partes (de los armarios, de las habitaciones, de la cocina…) ¿Qué significaba todo eso? El hombre, me cerró en un cuarto con una jarra de leche y una cesta con unas rebanadas de pan. Esas 4 o 5 rebanadas de pan semanales, tenía que suministrarmelas muy bien ya que en una semana me moría de hambre... en esa pequeña habitación, había una ventanilla que lo iluminaba todo. Cada día a las 3 del mediodía, el hombre venía a recogerme mis tarros de leche. Su trabajo de cada día era poner la jarra de leche distribuida en diferentes vasitos.
Me pasaba casi todo el día mirando por la ventana, con la esperanza de que un día mi madre volviera a buscarme, pero iban pasando los años y no aparecía nadie...
Des de aquél día, ya no he vuelto a ser la misma, aquella niña juguetona y divertida, pasó a ser una niña cerrada en sí misma, rodeada de miedo y con la esperanza más grande jamás vista.
Conseguí escapar a los 25 años, y pude vivir durante 2 semanas gracias a la caridad de la buena gente de aquel pueblecillo.
Volví a instalarme a la casa del amable señor, amigo del policía que primeramente me había acogido tan agradablemente.
La verdad, sé que algún día, mi madre vendrá a buscarme, esté donde esté.                                                                                       


Mar Benach




Una persona  inesperada  (Dayana Velásquez García)

Sofía pasó su infancia en la casa donde su madre trabajaba. Su madre era una de las sirvientas de una familia rica, y al crecer ella también se dedicó a lo mismo, aunque los dueños de la casa eran muy estrictos y  no eran amables con ella.
Un día de invierno, Sofía salió a hacer la compra, y un hombre, con aspecto descuidado, se le acercó y le pidió ayuda. Él había pasado la noche en la calle y no tenía qué comer. Sofía sintió lástima por él y se le ocurrió esconderle en casa, unos cuantos días hasta que encontrase trabajo, sin que los dueños se enterasen. Sofía le preguntó su nombre, y él le explicó su historia: se había levantado en un bosque, sin acordarse de cómo había llegado allí.
 Así que pasó la noche en el subterráneo, y Sofía le dio de comer. Al día siguiente, la hija de los dueños de la casa entró al subterráneo y al ver al hombre pegó un grito, los padres de la niña se escandalizaron, y echaron al hombre y a Sofía de la casa. No tenían a donde ir,  así que caminaban y caminaban, y se iban conociendo y enamorando. Cuando pasaron por el palacio de los reyes, él dijo que le parecía conocido y que se estaba acordando de cosas. Entonces, se fueron acercando más, y llegaron a la entrada, y el guardia gritó: “El príncipe ha vuelto”, y los dejó pasar dentro de palacio. Los reyes se alegraron mucho al ver que él había vuelto y el príncipe al ver su casa se acordó de todo. Los reyes explicaron que el príncipe había salido a cazar y que seguramente se había desmayado y se había golpeado la cabeza. El príncipe les explicó a sus padres que Sofía le ayudó, así que ella se quedó a vivir con ellos.

La historia de la lechera  (Noemí Amorín García)


Alicia era una niña, que desde muy pequeña iba con su madre cada mañana a ordeñar las vacas, luego iban a la cocina y con unas tacitas que tenía su madre de pequeña, aún impecables, servía la leche a su familia.
Pero con 7 años se murió su madre, a pesar de eso ella seguía ordeñando las vacas y sirviéndola con las tacitas de su madre que le había regalado.
Pasó el tiempo y tenía 20 años, empezó a trabajar de criada en la casa de Victor, ya que necesitaba dinero. De las pocas cosas que se llevé de su casa, unas eran las tacitas, ya que por suerte allí también había vacas para poder ordeñarlas cada mañana, y así fue, cuando llegaban del colegio o del trabajo, ella ya había servido la leche para que se la tomaran.
Ella les explicaba sus aventuras a la familia, pero ellos ni le explicaron mucho ya que ella no paraba de hablar. Una de las cosas que no le contaron era que tenía un enemigo, el vecino, que arreglaba muebles, y un día se les rompió la mesa, así que ellos le pidieron al vecino que le ayudara, pero a él se le olvidó poner algo, que a los 2 días se volvió a romper, así como ellos aún no le habían pagado, no le pagaron. El vecino se enfadó y les pidió que le pagaran, ya que no tenía mucho dinero y eran unos de sus pocos clientes, pero ellos no quisieron. Así que cuando  Alicia estaba ordeñando la vaca, ella fue un momento al baño, entonces el vecino puso veneno en la leche ya sacada. Ella volvió, la sirvió y llegaron todos, la bebieron, menos ella ya que no quedó suficiente. 
Al día siguiente todos estaban muertos menos ella, así que le echaron la culpa a ella y la condenaron a pena de muerte. Unos días después la colgaron, injustamente. 

La última despedida 
Ese día Berta se levantó como todos los días, y fue hacia su cocina y se puso su debántal azuléado para preparar el desayuno para ella y su marido Baldomero, se sirveció la leche y a su marido , después de desayunar Berta le dio los zapatos a su marido y le abrió la puerta para que fuera a cazar algo para comer. Después cerró la puerta y empezó a ordenar la casa, cuando terminó de ordenar la casa se sentó y esperando que regrese su marido con la caza del día pero esperó y esperopero su marido no regresó a casa aquel día ni el día siguente, al cabo de tres días espera alguien llamó a la puerta y Berta puso la cara alegre y fue corriendo hacia la puerta abrió la puerta: era su marido, pero muerto en brazos de un hombre desconocido. Ella no sabea qué hacer, se quedó parada, sin movimientos, lo único que pudo hacer era gritar en nombre de su marido Ese hombre de a Baldomero en la puerta y le dijo a Verta que lo encontró al lado de la casa en la tierra, muerto, y también le dijo que creía que (había sido asesinado) por una serpiente porque tenía en la pierna una herida que parecía de una serpiente.                                                                                                                   MERYEME EL HANTLAOUI

Confundes "e" e "i"y "b" y "v". Signos de puntuación. 


SI LOS SUEÑOS SE HICIERAN REALIDAD…

Ya estaba harta de trabajar tanto sin recibir nada a cambio. Estaba todo el día con mi jarra de leche entre los brazos, arriba y abajo, abajo y arriba. Siempre bailando al son de los Señores García:        -¡Matilde esto, Matilde lo otro! 

No aguantaba más. Yo que siempre había soñado con ser una persona con gran oficio, y conocimientos, veía que me esperaba un futuro muy crudo. Con solo 34 años, ya estaba amargada por no haber podido hacer mi sueño realidad; una casa inmensa y con una granja: mis pollitos, vacas, cerdos, y animales varios como los que criaba con mi abuelo cuando era pequeña. Tener una pareja estupenda, una que me tratara como una reina, y tener muchos y muchos hijos.

Un buen día, mientras estaba vertiendo la leche en mi cuenco para hacer uno de los quesos más exquisitos para mis señores, oí el ruido de una ratonera, un crujido de lo más extraño. Lentamente giré la cabeza y vi a una rata atrapada moviendo torpemente  sus patitas en un afán desesperado por liberarse. La leche se derramó fuera del cuenco. ¡Si no tenía suficiente trabajo encima ahora tenía que limpiar la mesa!

Cuando vi que el trabajo aumentaba, pensé que sería una buena idea ya que no ganaba mucho dinero y la gente me veía cuando estaba en casa de los Señores, decidí intentar darme a conocer más “oficialmente” a la gente del pueblo. Así que con el dinero que tenía ahorrado y con algún otro trabajillo que me pedían los vecinos, pude conseguir un puesto para vender mis quesos y yogures los sábados por la mañana, el día que hacían mercado y que la gente siempre salía a comprar.

Así lo hice, conseguí un puesto para mi venta (aunque me costó bastante). Era pequeño, pero no podía permitirme más, y tenía suficiente.

Estuve en mi puestecito un montón de tiempo, la gente siempre me compraba a mí los productos lácteos y con lo que ganaba y lo que cobraba yendo a trabajar los otros días en casa de los Señores García, pude dejar de trabajar para ellos y empezar mi propio negocio.

Júlia Estivill Rofes


Un final inesperadamente feliz
En un pequeño pueblo de Holanda, vivía un abuelo llamado Eugenio. Era un hombre que tenía lejos la poca familia que le quedaba. Él, aunque tenía la familia lejos, seguía cada mañana con su granja: daba de comer a los animales, recogía los huevos de las gallinas, ordeñaba las vacas,  se preparaba el desayuno y se iba a cultivar las tierras. Uno de esos días le llegó una carta diciendo que tenía que abandonar las tierras, ya que su familia lejana las había vendido. El hombre se disgustó mucho ya que encima de no ir a verlo nunca le habían vendido lo único que tenia, sus tierras.
Don Eugenio corrió a llamar al vecino Eduardo, que además era uno de sus mejores amigos y le contó todo lo ocurrido. Eduardo le dijo que no sufriera que harían todo lo posible para recuperar su propiedad, y que de momento se quedara en su casa donde hacía poco se había instalado su prima de Francia.
Pasados unos días no consiguieron que la familia cambiara de opinión y no vendiera la casa y por ese motivo Eugenio se quedo a vivir a casa de Eduardo con su prima.

Eugenio se dedico a ordeñar las vacas y de la leche que sacaba Mariela se dedico a hacer yogures y quesos, años después decidieron poner una tienda de yogures que tuvo mucho éxito y se hizo muy famosa. Con la tienda Eugenio cogió mucha amistad con Mariela y tres años después se casaron.
Meritxell Estivill Alabart




El cuento de la lechera Kate.


Había una vez, en un país muy lejano donde no existía el mal,había una lechera llamada Kate. Era muy alegre y presumida pero tenía un trabajo muy duro, aunque ella era feliz como estaba.
Ese día Kate, se levantó con un mal presentimiento, pero no le hizo caso y se fue a trabajar. Sobre las 11 de la mañana , pasó el cartero como cada día, pero ese día ese día venía muy alarmado diciendo que tenía una carta urgente para ella.
La carta era de su madre , que decía que su hermana Johanna estaba enferma y tenía que ir deprisa a la ciudad a verlas. Kate no se lo pensó dos veces, hizo las maletas y se fue hacía Mirna.
Cuándo llegó a Mirna ya era demasiado tarde, su hermana Johanna había muerto. Su madre estaba desconsolada, y su padre había perdido la cabeza.
Kate, decidió por el bien de todos quedarse a vivir en la ciudad para cuidar a su madre y su padre.
FIN
Farners Miró


DEL DÍA, A LA MAÑANA.
Sale el sol, es la hora de levantarme, me visto, me lavo la cara;  mientras, pienso en el día qe me espera, el mismo de siempre.
Vivo en Fimbas, un pueblucho perdido a   de la mano de dios, encima de un turón  colina. Por suerte o no, vivo con los reyes.
Tengo un hijo, Marco, que ahora mismo está con su abuela. No hay día que me levante y no recuerde su carita, o su voz diciendo "mamá". Me atemoriza pensar que un día se olvide de mi. Lo que me haría más feliz, es poder irme con él a vivir en otro sitio, olvidarme de todas mis pesadillas y empezar de nuevo.
Pero aquí estoy, obedeciendo de  aquello que me mandan.
Mientras estaba preparando el almuerzo de su majestad, noté una mano apoyarse encima de mi hombro, al instante, me giré y el rei con un gesto me indicó que fuera a su despacho. Empiezo a sudar, ando lentamente, las piernas me tiemblan. ¿Qué pasará? Me hace sentar, y a la vez sonríe. Me quedé impactada, pero a la vez me relajó.
Me propuso de irme a trabajar a casa de su hermana, la reina de Turquía, el silencio se mantuvo durante un instante, y a continuación dijo: -Hazme caso, vete, coje a tu hijo y allí recibirá la educación que se merece- . Sin creermelo aún, le miré y con la cabeza me acabó de confirmar. No podía estar más convencida.
Me fuí a por Marco, medio llorando, con una alegría enorme pero con un poco de miedo también. Confiaba con toda mi alma, en que saldría bien. Mi vida a partir de hoy iva a canviar. ¿Quién diría que hoy no sería el mismo día de "siempre"?

"Cuando menos te lo esperas, te puede canviar la vida. Lucha por aquello que sueñas porqué si te rindes nunca lo conseguirás."

Bien, original el uso de la primera persona, pero falla la concordancia temporal y el cambio brusco de persona, además de las faltas. 


Júlia Hernández Pascual



ÉPOCAS


Cuentan que Camila era una muchacha de pueblo, sencilla y trabajadora, que dedicaba su día a día al pequeño negocio que había heredado de sus padres: Una tienda de productos lácteos, pues ella era lechera.
La joven amaba su trabajo, y pasaba las horas ideando nuevos productos y sabores. Gracias a eso, con el tiempo la tienda empezó a tener prestigio, y los clientes llegaban a montones.
El renombre del establecimiento hizo que un empresario contactara con la chica, y le ofreciera la oportunidad de ampliar el negocio y crear así una cadena: Camila, ilusionada, aceptó, y hizo que la productividad  del comercio aumentara para así poder vender a gran escala. 


Con los años, el esfuerzo de la lechera, y los ingresos del empresario, se vieron recompensados: pues la cadena adquirió un importante prestigio que le permitió expandirse internacionalmente. Eso hizo que Camila se enriqueciera mucho, y se convirtiera en una de las mujeres mas poderosas de su país.


Pero ya se sabe que el dinero nunca es suficiente, siempre se quiere más. Camila quiso aumentar aún mas la cadena, sin parar a pensar en los prejuicios: pues estaba cegada por su fortuna, y tan solo pensaba en que esta fuera más grande.
Hasta que llegaron malas épocas, graves crisis económicas que hicieron que el pequeño imperio lácteo se desvaneciera. La lechera pasó a vivir en una extrema pobreza: le embargaron las propiedades y no pudo comprar los productos básicos para subsistir, pues nunca ahorro. Murió de hambre.


- El dinero no da la felicidad, o al menos no siempre, y las buenas épocas hay que saber valorarlas, para que cuando lleguen las malas, podamos recordar que siempre llegan los buenos tiempos... -


Júlia Prieto Gil



ANNIA LA COCINERA.

Esta chica, a la que todo el mundo conoce como la lechera, en realidad se llama Annia. Es una cocinera mundialmente famosa, sobre todo por las magníficas comidas que hace con la leche de su vaca.
Al principio de su carrera nadie le quería comprar nada, y tampoco la aceptaban como empleada en ningún sitio, ya que era muy jovencita, tan sólo tenía 15 años, y según la gente, no les servía porque no tenía ninguna experiencia.
Hasta que un día, un viejecito iba paseando por la calle, y al passar por delante de su casa un aroma le hizo retroceder y pararse justo en su ventana.Allí vio una hermosa chiquita cocinando lo que parecía ser un pastel de queso, y por su cara estaba muy concentrada en ello, como si le fuera la vida en ello, así que decidió llamar a su puerta. Cuando lo hizo, Annia muy extrañada dudó un poco, pero pensó que tenía cara de buen hombre así que le dejó pasar para ver lo que quería. Estefano, que así se llamaba él, fue directo al pastel, cortó un cacho y lo probo, ella no lo entendió pero le preguntó que le había parecido, y entonces sucedió, él le pregunto si quería ir a vivir a su casa como su cocinera, que tendría su propia habitación, todo lo que necesitara para poder vivir en un lugar mucho mejor que su casita tan pequeñita, que era insuficiente para una huérfana como ella,  sus propios ayudantes, todo lo que necesitara, así que está claro que ella le dijo que sí. Estuvo muchísimos años en su casa, y perfeccionó tanto su técnica de cocinar que ya nadie la podría superar, así que Estefano, que resulta que es un millonario muy honrado y querido por la ciudad, la quiso apuntar en un concurso de cocina para ver hasta donde podía llegar. Muy asombrado todo el mundo Annia fue la ganadora, y la más joven de todos, había crecido hasta tener 23 años, pero los demás eran todos mayores de 45, al ganar el concurso le regalaron su propia granja de vacas, para que las pudiera ordeñar ella misma, y no tener que ir siempre a pedir leche a la ciudad de al lado, con esos jarrones tan pesados, en los que la mitad de la leche se derramaba. Así que el viejecito la ayudó a montar todo, y tuvo su primer negocio, el cual fue viento en popa. Ya lleva 25 años en él, su propio trabajo, que le da muchísimas ganancias, al que toda la ciudad, y las ciudades vecinas acuden a comprar cualquier tipo de comida, que era lo que ella queria. Ahora ya tiene 48 años, y ni un solo día ha dejado de trabajar, y dejar todo su sudor en él, es la mujer más feliz del mundo así no lo cambiaría por nada, jamás, jamás, jamás. Y ya puede morir feliz, ya que el año pasado se casó con un hombre maravillo, con el que ha tenido tres hijos, y como a los todos les encanta ayudar a su madre, cuando fallezca cualquiera se podrá quedar con el negocio, y continuar, hasta que se vaya heredando, año tras año, y nunca nunca acabe los famosos productos y comidas de La Lechera.

Separa en párrafos y cuida la acentuación. 

Amanda Garcia Gurruchaga.




La lechera de Vermeer.


Me encantaba el olor de cada mañana en mi aldea, ese dulce y fresco olor a naturaleza, debe de ser por qué me había criado allí desde muy pequeña. A los 7 años de edad me enseñaron  el bonito y duro trabajo que hay que desempeñar en el campo. Ordeñar el ganado de vacas era una de mis faenas favoritas, ya que de aquella leche mi madre preparaba el famoso yogur de tulipán.
Un día mis hermanos y yo sembramos unas semillas de tulipanes amarillos, y por hacer la gracia mezclamos  las semillas de tulipán con unas de girasol. Al cabo de unos meses ya habían crecido. Decoraban nuestro pequeño jardín de unos colores muy vivos y llamativos, pero no eran unos tulipanes  cualesquiera, hasta su fragancia era diferente. Como mi madre no sabia nada de aquella mezcla cogió unos cuantos tulipanes para preparar su delicioso postre.
Al día siguiente vinieron mis amigos de visita y como  estaba solo el yogur que había preparado mi madre, fue lo que les ofrecimos.
- ¡Mmm........! ¡Pero qué sabor, qué textura! Nunca en mi vida había probado un lácteo tan delicioso.
Mi madre confundida me miró con cara de sorpresa y se extrañó mucho. Pero sí, si era cierto. No era un yogur cualquiera. A partir de este día mi madre se dedicó a hacer solo yogures para vender al poblado. Fascinados, todos le felicitaban por su gustoso producto. Cada día pasaban más de 8 personas  por casa pidiéndonos un poco de aquel sabroso manjar

ASTRID SARRIA TOBON



La lechera y el latonero


Hubo un tiempo en que las lecheras eran muy especiales, tanto para el crecimiento de los pequeños príncipes como para los quesos de la aristocracia.

Ese era el caso de Rita, la lechera, era una joven muy guapa deseada por el hijo mediano del rey, Robert. Siempre la observaba desde la ventana y la pintaba en sus ratos libres. Pero ella no lo amaba, siempre quiso al latonero que venía cada mes a reparar las jarras.

El latonero, una de las veces que fue al palacio, observo con dulzura a Rita mientras preparaba el queso. Tenía tantas ganas de declararle su amor que se dirigió a ella sin ningún pensamiento y le robó un beso. Se quedó anonadada, perpleja, pero no se figuró que detrás de esas grandes jarras se encontraba el menor de los reyes como cada tarde, con su infantil inocencia bebía leche a escondidas y pintaba las escenas que ocurrían en el cuaderno de su hermano.

Al verlo Robert desencadenó su ira. Tenía la cabeza llena de pensamientos malos, quería matarlo, torturarlo, todo lo que fuera necesario para acabar con su vida y el amor que sentía hacia Rita.

Así que fue a un yerbatero para que le diera algún ungüento para envenenar las jarras y matar al latonero. Pero no se imaginó que su hermano tocaría las jarras y moriría. Rita lo vio muerto y fue corriendo al patio como si huyera, el rey la observó y abatido por la muerte ordenó que la mataran por el crimen. Robert en cuanto se enteró ya era demasiado tarde, Rita fue llevada a la plaza mayor y quemada.

                                                                                                                                   Laia Vallvé López



La lechera de Vermeer

Había una vez, una niña que vivía en una granja con sus padres y sus abuelos.
Un día su padre le dio la noticia de que había comprado una tienda para poner el una tienda de artesanía.
La niña estaba encantada con la tienda, una tarde decidió ir andando hasta el lugar donde trabajaba su padre. Ella estaba sentada al final de la tienda mientras su padre atendía a los clientes con amabilidad.
Al cabo de una hora vinieron unos hombre con sombrero, entrajados, con corbata, el rostro de sus cara eran blancas, encima de los trajes llevaban gabardinas, como si quisieran ocultar algo.
Al final del día esos hombres siguieron al padre hasta la granja que era su casa. Justo entrar por la puerta el padre cojio a su hija y la escondió en el granero, en una trampilla que había bajo unos tablones de madera, no le dio tiempo de esconder a su familia entera. En ese mismo instante entraron los hombre por la puerta a punta de cañón disparando a todo ser vivo que se encontrase delante.
Cuando los hombres de fueron la niña salio del escondite y fue a ver a su familia , vio que todos habían sido muertos por esos hombres, menos su padre que solamente estaba malherido, a causa de un disparo en la parte inferior del estomago, en sus ultimas palabras su padre le explico que les habían disparado porque debía dinero a una mafia, ya casi en su último aliento le dijo que vengara su muerte y la de todo su familia.
La niña cuando ya se izo una mujer fue a vender una joyas que le dejo una de sus amigas por un valor muy alto de oro.
Cuando tubo el dinero en mano maquino un plan perfecto para vengar la muerte de toda su familia. Decidió comprar las vacas mas buenas de toda Holanda, cuando pasaron tres meses y las vacas ya estaban apunto para sacarles la leche.
La mujer recordó una receta que le dio su abuelo que ha ido pasando de generación en generación, durante mucho tiempo.
Al acabar de tener la leche la vendió en su barrio, luego en todas las comarcas y finalmente su leche acabo siendo la mejor leche de toda Holanda.
Llego el gran día le habían hecho un encargo que debía llevarlo a la costa de Holanda, decía que le pagarían  mas por todo el viaje transcurrido.
Ella se dio cuenta de que eran los mafiosos que mataron a su familia, entonces echo la dosis justa de veneno para matarlos de un solo sorbo. Cuando llego a la casa entro dentro y dejo las jarras de leche encima de la mesa.
La mujer estaba fuera esperando a ver si se bebían la leche y morían al acto.
Todos murieron menos uno que no se la bebió porque no le habían dejado probarla. Al darse cuenta de que les habían intoxicado con la leche el hombre salio corriendo detrás de la lechera para matarla, ella huyo en un carro de madera y el hombre la siguió a lomos de su caballo negro. La lechera se encontró que por donde había  ido no había salida posible, hasta que vio un acantilado corrió con sus fuerzas hasta llegar al acantilado y hizo ver se precipitaba al vacío pero en realidad se quedo suspendida por una cuerda que estaba atada en una roca. El hombre fue a ver como había quedado el cuerpo después de la caída pero no vio nada en ese momento la lechera trepo por la cuerda y por detrás con sigilo le empujo hacia el final del acantilado y así la lechera obtuvo su venganza contemplando el cuerpo desmembrado entre las rocas de aquel hombre que le había causado tanto dolor cuando solo era una pobre muchacha.


                                                                                              Roger Roca Navarro
                                                                                              4t ESO C
Hay tantas faltas que no puedo corregirlas todas. (B.C)