miércoles, 23 de mayo de 2012


EL OTRO MUNDO

Todo transcurrió hace tiempo en Inglaterra, entonces estábamos a finales del siglo XVIII. En esa época fui a vivir a casa de Isabella; todo trata sobre ella, una chica muy hermosa, con la piel palidísima y fina, el pelo castaño oscuro, con unos ojos azules con toques grises, que te cautivaban e hipnotizaban…

Ella era escritora, y hacía ya unos meses que estaba escribiendo una nueva historia, lo hacía en un prado a las afueras de la ciudad, al que nunca iba nadie, porque al final de éste, había un acantilado muy profundo i tenebroso, y a la gente le solía dar mucho miedo, pero a ella no, supongo que porque siempre había preferido la soledad, para poder pensar, relajarse, escribir…

Pues veréis, desde que empezó ese cuento estaba muy rara, más triste que nunca y sin motivo aparente, nunca me contaba nada, ya ni tan si quiera me hablaba, y justo cuando menos lo esperaba lo hizo, aunque fue lo último; lo recuerdo como si hubiera sido ayer mismo, me dijo que se encontraba un poco mal y que se iba al prado a tomar un poco el aire, que prefería estar un rato sola, que no hacía falta que la acompañara. Ese fue mi error, la dejé ir… Pasaron horas y como no volvía decidí ir a buscarla. Una vez allí, en el prado, no la vi por ninguna parte, sólo había unas hojas blancas pegadas a un árbol, me acerqué y vi que era su historia, la leí y me di cuenta de que sólo hablaba de un hombre de otro mundo, con el que se iba a reunir en un prado justo cómo en el que estaba, decía cuando él llegara, se fugarían para siempre. Al final del cuento, había una carta a mi nombre en la que decía: “Johanna lo siento, se que habrás venido hasta aquí porque estarás preocupada por mí, pero no me busques, no me encontrarás, he marchado, ya estaba cansada de esperarlo, cada día me decía que nos encontraríamos aquí pero luego nunca aparecía, así que me voy a buscarle, me voy al otro mundo, su mundo, dónde juntos al fin podamos ser felices. Te quiero muchísimo, tu amiga y hermana, Isabella.”  

Aún conservo su carta, la he leído y releído mil veces, no la entiendo, me dejó por una fantasía, pero si así era más feliz creyendo en él, y no en mí…

Y aunque hace muchísimo que no la veo, seguimos hablando, de vez en cuando, cuándo hay tormenta, para que nadie pueda oírla, mezcla su voz con la del viento, y me dice que aún no le ha encontrado, pero que jamás se rendirá. Así que sé que aún ronda entre los dos mundos en busca del amor verdadero, su amor verdadero, que en realidad nunca existió. 

                                
Amanda Garcia Gurruchaga

1 comentario:

  1. La historia me ha gustado mucho,utiliza las características más bonitas del romanticismo, las más significativas: habla de la fantasía, la muerte en base de un suicidio por un amor que sólo está en la mente de la enamorada, y el prototipo de una mujer del romanticismo. También usa el individualismo. Júlia Estivill Rofes.

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